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2017

Nuestros mejores tiempos ya pasaron
es decir;
los momentos donde el goce
provenía de la tragedia que nos atrapaba.
No lo buscamos
ni lo ambicionábamos
ni lo quisimos
pero nos fundimos bajo el mismo capullo
y nos convertimos en una misma piel.
Nos cortamos y sangramos
nos hicimos pedazos mientras
nos contemplábamos
en el metálico espejo
de un cielo lejano.
Quizá no hayan sido nuestros mejores años
ni siquiera ha estado cerca de ello.
Pero fueron las mejores épocas
que pudimos perpetrar juntos
y con eso basta
aunque no alcance.
Y mientras nos deshacemos
del desarraigo mutuo que provocó la batalla
y nos lamemos la heridas
procuramos en el más decoroso silencio
volcarnos hacia afuera
y no mirarnos a los ojos.