4 de febrero de 2021
El académico de la Universidad de Yale, Stephen Roach, prevé una caída del dólar de un 35% frente a otras divisas más fuertes al finalizar el año. Debido a una tasa de ahorro muy baja y un déficit en la cuenta corriente, Estados Unidos se ha visto afectado por oscilaciones macroeconómicas significativas durante demasiado tiempo. Esta situación sumada a la reimpresión masiva de dólares en 2020 han bajado el valor de la divisa.
La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) redujo la tasa de interés del dólar hasta dejarla a casi un 0% debido a los efectos de retroceso económico que acarreó la pandemia de COVID-19. Esta baja en la tasa de interés del dólar disminuye drásticamente el valor de la divisa norteamericana que la mayoría de países utilizan para ahorrar.
Debido a los efectos colaterales de la pandemia que aceleró y profundizó una crisis económica a nivel mundial, el 2020 fue el año donde más dólares se imprimieron —desde enero hasta noviembre del 2020 la oferta monetaria de Estados Unidos había crecido un 24%—; este incremento en la impresión de dólares trajo aparejado una caída del valor de la divisa del 12% en los últimos diez meses.
En una entrevista con la BBC, el expresidente del banco de inversión Morgan Stanley en Asia y profesor de la Universidad de Yale, Stephen Roach, mencionó que si la Reserva Federal no subía las tasas de interés el dólar podría provocar aumentos en los mercados bursátiles extranjeros y en las acciones de los mercados emergentes.
Además, el académico remarcó que “el desplome del dólar recién comienza” y auguró que para finales de este mismo año la divisa podría caer más del 35% debido al aumento del déficit de cuenta corriente de Estados Unidos. Esta abrupta caída del dólar se daría por varias razones; debido a que Estados Unidos es muy dependiente del capital extranjero y por el intercambio de mercancía y de servicios paga más de lo que recibe; por el alza del Euro y porque la Reserva Federal haría muy poco por revertir la situación.
Sin embargo, el panorama es confuso para muchos economistas debido a la incertidumbre sembrada por la pandemia; y bajo este condicionante en el terreno de juego económico no es seguro que los inversores elijan correr el riesgo de invertir en otras divisas.
La Reserva Federal de Estados Unidos funciona como un banco central cuyo fin es administrar y controlar la política monetaria del país norteamericano, aunque es necesario remarcar que objetivamente el FED es un banco privado; es decir, que no es una Reserva ni es Federal ni es patrimonio de Estados Unidos.